Intentar hablar de inclusión es acercarse a las minorías.
Las diferentes minorías pugnan por la igualdad en sus derechos, accesos, y la completa inserción como pares en una sociedad desigual.
Una de esas minorías es la discapacidad (entre tantas que se pueden nombrar).
La discapacidad en total (Física, psicosocial, cognitiva y sensorial) representa aproximadamente el 10% de la población.
Dentro de los sensoriales, la discapacidad visual representa el 2% de la población.
Que un gobierno o una empresa realicen una o varias acciones para esta pequeñísima minoría que son los ciegos y los disminuidos visuales, parece una utopía.
Sin embargo aquellos que empujamos la utopía cada día, cada instante, estamos atentos a estos gestos.
El actual gobierno que se está retirando el 10 de Diciembre, entregó sin nada de bulla, unos decodificadores gratuitos para la televisión satelital.
Estos aparatos fabricados en Argentina tienen un sistema especial que lee todo lo que está en la pantalla del televisor, y una voz auxiliar que relata los momentos de silencio.
Así un ciego puede prender la televisión, buscar su programa o canal, y "mirar" una película, entendiendo absolutamente todo y manteniendo una autonomía que lo aleja de cualquier dependencia.
Estos decodificadores también cubren a los sordos o hipoacúsicos, en ciertos canales como la televisión Pública, Encuentro y otros, se abre una pequeña pantalla y aparece la imagen de una persona que en vivo relata en lenguaje de señas lo que acontece en la escena y un subtitulado que se va escribiendo en vivo.
Por otra parte, y también mostrando el espíritu de inclusión, la compañía norteamericana Apple, desarrolló para su producto iPhone, un sofisticado sistema parlante con el cual una persona con discapacidad visual puede interactuar autónomamente con sus contactos, redes sociales y correos electrónicos.
Además, se puede bajar en forma gratuita un programa que se llama "Be my eyes", una plataforma para ciegos y voluntarios visuales.
La persona que está suscrita, frente a una necesidad visual importante, con un solo clic se comunica con un voluntario en cualquier parte del mundo y se establece un contacto.
En ese momento se enciende la cámara (todo automáticamente) y la persona con dificultad visual, enfoca donde necesita unos ojos que lean, miren o muestren una situación.
Así un ciego puede tomarse la presión arterial o la temperatura corporal y el voluntario lee el termómetro o los datos. También puede leer una factura para pagar o un contrato para firmar.
Sencillo, gratuito y sobre todo inclusivo.
Ambos ejemplos muestran una necesidad: la de estar a la par de otro ser humano, de sentirse libre y elegir como y de que manera resolver la situación de discapacidad.
Alejandro Nevio Lemos
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