Hoy, dentro de la misa de la mañana, tomó su bautismo Mary, una artista plástica japonesa que está haciendo una exposición sobre Hiroshima.
Mary conoció a la parroquia Santa Cruz en el 2005 en otra visita que realizó a nuestro país y se enamoró de la comunidad de Santa Cruz, su lucha y valores.
Así fue como eligió a esta iglesia (la palabra iglesia significa asamblea), para tomar su bautismo (con el pleno conocimiento que bautiza la iglesia y no el sacerdote).
Mary eligió como regalo para toda la comunidad presente, unas pequeñísimas grullas en origami, que guardaré con mucho amor.
Un misterioso puente se fue abriendo con las sensaciones de Hiroshima, con esa descarga de muerte y el hermoso símbolo de la grulla, representando la paz y la armonía.
En estos días, hay una lógica de muerte que se ha instalado. Una profunda grieta a la paz se está socavando en el corazón de este mundo, con una nueva desolación por venir.
Hay personas, grupos de personas que avanzan con esta lógica de la guerra para restablecer economías abatidas por ellos mismos. Una lógica que consiste en destruir al otro para crecer en su poder de dominación.
Todavía con la grulla latiendo en mi corazón y la certeza del dolor de una bomba como la de Hiroshima, siento el dolor de tantas almas, tanto ser humano trascendente por el solo hecho de ser persona, que en Este momento está recibiendo la amenaza, la brutal amenaza de insensibles avaros que no sienten como tiemblan esos niños en Siria, que no temen por la vida de sus familias, que de solo pensar que un artefacto teledirigido por una computadora en un avión, podrá atravesar la vida de cientos, de miles de personas con derechos a vivir, a querer , a soñar con una grulla de origami entre sus manos esta noche.
Alejandro Lemos
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