Todos los primero de Julio


Para Juan Manuel


Naciste a unos pasos del solsticio de invierno. Ese momento donde el sol, parece agotado de un camino largo y comienza a caminar hacia el solsticio de verano.
En la iniciación del invierno, se prende una fogata que, desde los orígenes nuestros, ayudan al sol en su débil luz. Por lo tanto, a que miremos mejor.

En una orbita tuya, intransferible y única, das tus pasos cada año por el mismo eclipse. Con tu paso sereno, vas calculando el arco del recorrido con lo que trae la vida: los frutos del verano y las raíces del invierno.
Este movimiento sistemático  a través del sol, este andar permanente por tu cuerda celestial, este inicio cotidiano de empezar un nuevo año tuyo, me hacen pedirte que te mires los pies.
Tus pies que están apoyados firmes y seguros en tu mundo, giran incesantemente por la tierra y por el sol en tu año olímpico.
Avanzan sin cesar y sin cansancio. Aunque duermas avanzan, aunque sueñes, avanzan también.
Entonces, si lo infinito es el camino alrededor del sol, lo permanente es el círculo por donde se camina.
Aquí es entonces donde te pido que te regales otra mirada a tus pies.
Por que hay una huella indeleble que dejas a cada instante. Hay un sentido para tu postura en este momento.
Tus pies son el símbolo de donde vienes y a donde vas. Y sustancialmente, son la fotografía de tu presente.
El presente es lo que mejor podemos registrar en este andar por la curvatura de tu año celeste.
El pasado han sido una sucesión de pasos que generaron apenas unos puntos en esta tu orbita eterna. El futuro será, la próxima consecuencia de tus decisiones en el andar.
En cambio, el presente se respira, se ama, se ríe, se vive y se llora.
Cada paso es un presente que das, cada pisada es el símbolo de tu libertad en elegir.
Entonces, lo inexorable es el infinito andar por el giro astral. También, la capacidad de optar a cada paso y ser el artífice de tu propio rastro.
Me gustaría regalarte hoy esta mirada hacia tus pies. Para que en cada travesía, en cada detención o carrera, te puedas revisar y registrar si  eso es lo que vos preferís.
Solo esto, hijo querido, solo una profunda mirada a tus pies, que te llevan por estos giros como un ser único e irrepetible.

Quien te quiere

Tu papá

Alejandro Lemos

No hay comentarios:

Publicar un comentario